Crisis de ansiedad: los intentos de solución que la empeoran
La ansiedad es una reacción psicofisiológica del ser humano, quien ante determinado estímulo, detona respuestas desfavorables en su organismo como: sudoración, agitación, ritmo cardiaco elevado, taquicardias, temblores, sensación de ahogo y de manera emocional como preocupación, miedo excesivo, traumas, irritación, falta de concentración, dificultad para conciliar el sueño, entre otras.
Hasta cierto punto es normal ya que la ansiedad es un mecanismo de defensa que nos alerta sobre situaciones de amenaza real, dándonos oportunidad de anticiparnos a tomar medidas convenientes para poder accionar ante dichas advertencias.
Las reacciones van desde las más simples como por ejemplo, quienes están centradas en una realidad en concreto, donde su limitación está solo donde aparece la realidad atemorizante o por otro lado puede convertirse en una reacción generalizada si incapacita cualquier aspecto de nuestra vida, sin estímulos externos que temer, pues la misma percepción de la realidad es la que inventa el peligro y la amenaza.
Por lo tanto nadie estamos exentos a pasar por sucesos complejos, sobre todo los que nos creamos con nuestro pensamiento, hay quienes sufren más que otros, todo depende del dolor interno que le provoca y no de la razón. Recuerda que cada uno experimenta el dolor en base a sus experiencias generando asimismo sus creencias, ideas y pensamientos por lo cual cada quien va construyendo su propia realidad. Si en momentos de adversidad no hay una liberación de estos pensamientos, es probable que desarrolle prisiones mentales que influyan en su comportamiento, los cuales pudieran ser nocivos para su funcionamiento.
Por eso es importante en un momento puntual no desvalorizar el sufrimiento ajeno ya que independientemente del motivo que le afecta, el sufrimiento es paralelo. Si estas continuamente atravesando por estas condiciones te mencionare los errores que probablemente estés aplicando a la hora de superar un episodio de ansiedad.
Evitación al miedo
Tenemos la tendencia a evitar toda situación que pueda estar asociada a la causa del miedo incontrolable. Esta parte es letal ya que conduce a que incrementemos las evitaciones hasta llegar al punto de crear una ansiedad generalizada, resultado de la desconfianza de nuestros propios recursos y de nuestra reacción ansiosa, de manera que la crisis se vuelve cada vez más marcada. Lo que en un principio nos hace sentir seguros, después hace que el miedo aumente y nos genere más inseguridades.
Cuando detectes que vas a evitar una situación de ansiedad, detente a analizarla y a afrontarla, observarás como el miedo se reduce al mismo ritmo que recuperas la confianza de tus propias capacidades personales.
La ayuda que daña
Cuando alguien nos ofrece su ayuda ya sea un familiar, amigo o compañero podría resultar una acción noble y útil, pero si se realiza en exceso evita que se desarrolle nuestra confianza personal y podría ser un obstáculo de superación para nosotros mismos.
Solicitar la ayuda de los demás tiende a incrementarse después de fallar constantemente en nuestros intentos de solución, confirmando con esta acción, nuestra incapacidad de autonomía y necesidad de depender de otro para nuestro funcionamiento.
Por lo tanto, pretender que alguien nos ayude nos dará protección y estabilidad pero a la vez alimentará la sensación de inseguridad y miedo.
Para afrontar este miedo es necesario principalmente ser conscientes de que nos encontramos en esta sintonía, quizás sea difícil al inicio evitar no pedir ayuda pero cuando se esté brindando ésta, observar muy bien el proceso de solución para aplicarla en un futuro a nosotros mismos, al conseguirlo, será nuestro mayor logro dando paso a la modificación de nuestra percepción en ese tema.
Miedo a perder el control
Otro error de solución para calmar la ansiedad es el miedo a perder el control, que se asocia a la tendencia obsesiva y puede generalizarse en manifestaciones de ataques de pánico. Dentro de estos miedos se encuentran el hablar en público, organización excesiva, incapacidad para delegar, entre otras. Fuera de este contexto es una cualidad sana y exitosa para quien lo posee pero todo en exceso es malo ya que el intento por mantener el control conduce a la pérdida del control.
Por lo tanto es importante hacer saber que la desestabilización nos ayuda a equilibrarnos, mejora nuestra capacidad de adaptación y evolución. Así que al estar en constante progreso nos permitirá enfocarnos en futuras superaciones y dominarlas.
Miedo al futuro
El estar constantemente enfocándonos en el futuro, dejando de realizar asuntos por la precaución de próximos sucesos que quizás no llegarán, te limitarán de vivir en el presente y valorar lo que tienes aquí y ahora. Esto representa el miedo a un futuro que no se puede controlar y que te atormenta en el presente.
Despejar tu mente de suposiciones e identificar cuando se presenten, te permitirá reconocer el verdadero significado de lo que estas tratando de prevenir con esos pensamientos.
Las obsesiones compulsivas
Nos obligamos a realizar determinadas acciones como rituales para calmar la ansiedad, sin darnos cuenta al final que lo que atormenta ya no es el miedo originario si no la imposibilidad de abandonar la ejecución de estos rituales. ¡Transformando la solución en un problema!
Reconocer cuál es la finalidad de emplear dicho protocolo es el primer paso fundamental para construir una solución eficaz, además de identificar su objetivo si es para evitar o protegerte de una amenaza y razonar la lógica que te induce a realizar esas conductas.
Ansiedad postraumática
Está representada por el miedo y el pánico hacia la posibilidad de la repetición de un suceso traumático real vivido. Este estímulo reactiva la memoria del organismo de manera inconsciente, lo cual obstaculiza su calma, la ansiedad detona cuando la reacción incontrolada de pánico se generaliza en relación con situaciones que pueden estar asociadas a aquella experiencia traumática, generando un sin fin de intentos de solución que en vez de aliviar el miedo lo incrementan.
En este apartado es conveniente acudir a terapia ya que se manejaría de manera personalizada la solución pues para dar resultados se tiene que evaluar el evento preciso y lo que le representa a la persona afectada.
EN CONCLUSION
Como se mencionó al principio, cada persona tiene una representación de la realidad dándole significado a cada acción de acuerdo a sus experiencias, de manera en que percibe su realidad será la manera en que va a reaccionar ante determinado suceso. El éxito está en resolver las heridas internas para reducir también los detonantes de ansiedad, es decir, cambiar las percepciones de la realidad para cambiar sus reacciones, todo a través de la terapia.