Cómo actuar ante momentos puntuales en los que tu hijo no quiere hacer la tarea
Una de las principales quejas dentro de la consulta terapéutica es la problemática que tienen los padres principalmente las madres, a la hora de poner a sus hijos a hacer la tarea. Lamentablemente es natural que el comportamiento del niño con su madre sea pésimo habiendo excepciones, en ocasiones por ser el momento en que tiene la atención de ella y hará todo lo necesario para que esa atención perdure. Su propósito no es por molestarla ni hacer que se enfade, más bien es una manera de manifestarle que necesita de su ayuda.
Al inicio de este proceso tienes que considerar dos cosas: el tiempo y tu paciencia, recuerda que el objetivo no es el motivo: “mi hijo no quiere hacer la tarea” si no la solución: “lograr que mi hijo haga la tarea” y para esto quién tiene que ser firme eres tú, ya que tú eres quien tiene el control y la madurez para formar nuevos hábitos en tu hijo, asimismo ser consciente que debes de estar tranquila y ser paciente para poder manejar la situación.
El niño buscara innumerables formas de distraerse como por ejemplo: iniciar una conversación diferente al tema a trabajar, manifestar sentir hambre, ganas de ir al baño, sueño, entre otras, con el objetivo de desviar su atención a la tarea y olvidarla por un momento. Si logra su cometido, la duración de la actividad de la tarea será más larga, a lo que él estará desarrollando el fabuloso hábito de la procrastinación.
Por eso es primordial que antes de la “hora del trabajo” hacer una rutina para evitar que sus necesidades fisiológicas le den motivo a la distracción y si me voy al extremo (porque si ha pasado) que el niño inclusive llegue a orinarse en los pantalones, reaccionar no diciendo absolutamente nada ni regañarlo ni mencionar el tema, simplemente seguir con el objetivo, esto podría parecer duro y difícil de manejar por los padres pero es importante que el niño experimente que nada de lo que haga evitara su responsabilidad.
Para esto te ayudare con los pasos a seguir y crearle el hábito a tu hijo para hacer la tarea mencionando las posibles manifestaciones que te podrían limitar al cumplir tu objetivo:
1. Establecer un lugar específico para la “hora de trabajo”
Lo primero que se debe hacer es preparar una habitación o un espacio libre de distracciones, sin televisión ni ruidos, adecuada para que pueda enfocar su atención en la actividad a trabajar, con una mesita y una silla en la que este cómodo y vaya de acuerdo al momento.
2. Establecer un horario para la “hora de trabajo”
Establecer una hora valorada por los padres en la que hayan observado que la funcionalidad del niño o niña sea más productiva y asignarla como hora de trabajo, esto hará que con los días, siguiendo un régimen constante, se desarrolle un hábito en el niño que resultará favorable para su desempeño futuro.
3. Evadir posibles distracciones con indiferencia.
Una recomendación que he dado y funciona es que el padre o persona que esté a cargo sea sordo y mudo ante otros temas que no sea el objetivo principal, que lo que salga de su boca sea solo del tema de tarea, si el niño intenta hablar de otros temas, que la reacción del adulto sea como si él no escuchara, sin regañarlo ni corregirlo de que se ha salido del tema. ¡Ojo! Me refiero a que sea solo implementado en la “hora trabajo” ya que es importante contrarrestar esta dureza al finalizarla. Hay momentos para todo, para los mimos y para el trabajo, pero es importante saber llevarlo equilibradamente.
En caso de llanto dejarlo que llore, de la misma manera, actuar con indiferencia, hay que considerar que esto puede durar inclusive horas pero cuando el llanto haya pasado sabrá que la responsabilidad sigue ahí y que será inevitable evadirla.
4. Motivación constante
Es importante que el niño se sienta admirado por su esfuerzo ya que eso lo estimulará a continuar en ese proceso. Frases motivacionales, porras, palmadas en la espalda, resaltar algún logro lo hará progresar hacia el objetivo. Evita el regaño y los gritos ya que esto solo empeora la situación. Cuidado con los premios en exceso, pues aprenderá que siempre necesitara un incentivo para realizar las cosas, desarrollando así su poder de manipulación.
5. Cronometrar tiempos
Esto sirve en los primeros días de la implementación del hábito. Registrar cada día la duración que dedicó al hacer la tarea le permitirá analizar su progreso y posiblemente lo motivara a quitarse de distracciones, ser más competente y rápido para superar su tiempo en cada actividad.
Recuerda que estas educando y formando a tu hijo, comprender que habrá momentos en los que tendrás que imponer dureza y disciplina pero solo serán momentos puntuales en los cuales podrás equilibrar en otros momentos fuera de este deber. Cortar de raíz para poder evitarte esos futuros momentos de rabietas ante una responsabilidad de hacer la tarea o algo que se le parezca. Sé consiente que estas formándole nuevos hábitos para que en su futuro lo ayuden a obtener éxito en su desempeño. Pero para esto tiene que haber una constancia por parte de los padres ya que sin esta no habrá un compromiso por parte del niño
No se generaliza en todos los niños ni significa que todos reaccionen así, pero si te sentiste identificada es momento de una orientación más detallada sobre el manejo de estos escenarios y facilitarte este proceso.